Ojo: Estos son los 3 tipos de cáncer más comunes en mujeres
Los tres tipos de cáncer más frecuentes en las mujeres son el cáncer de mama, cáncer colorrectal y cáncer de pulmón, según la Organización Panamericana de la Salud, que es la oficina regional para las Américas de la Organización Mundial de la Salud.
Cáncer de mama: Es el tipo más común de cáncer en
mujeres, y también la causa más frecuente de muerte.
Esta enfermedad se produce cuando las células
de la mama comienzan a crecer de manera descontrolada. Puede desarrollarse en
distintas partes del tejido mamario, pero la mayoría de los casos comienzan en
los conductos que llevan la leche (carcinoma ductal) o en los lobulillos donde
se produce la leche (carcinoma lobulillar).
Su incidencia es más alta a partir de los 40
años, pero en los últimos tiempos se observa que cada vez es más frecuente en mujeres a
partir de los 25 años.
Cáncer colorrectal: Es el cáncer que se origina en el colon o en el
recto, que son partes
del intestino grueso. Es uno de los cánceres más comunes a nivel mundial, pero
también uno de los más prevenibles y tratables si se detecta a tiempo.
Este cáncer generalmente comienza como pólipos,
que son crecimientos anormales en el revestimiento del colon o recto. Algunos
pólipos pueden convertirse en cancerosos con el tiempo.
Los síntomas más notorios son sangre en las
heces, diarreas y estreñimientos prolongados, molestias persistentes en el abdomen,
fatiga y pérdida de peso inexplicable.
Cáncer de pulmón: Es la segunda causa más frecuente de
muerte en mujeres. Si bien tiene mayor incidencia en consumidoras de tabaco
(cigarros), hay también factores biológicos y ambientales que producen este
tipo de cáncer. Se dice que el simple hecho de ser mujer le hace susceptible a los efectos cancerígenos del
tabaco debido a la influencia del
estrógeno, la hormona femenina que es gravitante también en el desarrollo del
cáncer de mama y de ovario.
Por tanto, este cáncer no solo afecta a las fumadoras. La exposición a humo de segunda mano también influye, así como la contaminación ambiental y los gases como el radón, que se encuentran de manera prevalente en zonas geográficas con suelos ricos en uranio.
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